Shucos
-Le ofrezco
el trasmetro y el transurbano…
Y así nos recibió
Tomás Suitol, quien prepara los famosos shucos en el área donde se encuentra el Liceo Guatemala desde hace
ya 10 años.
“Empecé
sirviendo y atendiendo a la gente, y ahora soy el chef, nos cuenta. Se venden
de 50 a 75 shucos diarios, y los que más piden son los de longaniza. Pero aquí se
le sirve al cliente lo que quiera, y eso es lo importante, porque la
competencia es dura, pero eso hace la diferencia, el atender bien al cliente y
el sabor de los shucos".
Don Tomás
trabaja en “Mister shuco el chino”, y como es costumbre tienen a un encargado; también llamados “jaladores” o “piratas”, al acercarse a las calles del liceo en carro o caminando es común
que te inviten a pasar a cualquiera de los restaurantes, “gana el que se ponga más
las pilas”.
Luego nos
trasladamos al restaurante “del liceo”, siempre en la misma área, y al entrar nos sorprendió ver a Hilda
Danilettee, quien es de las pocas mujeres en el negocio, -la necesidad me trajo
aquí, porque cuesta mucho conseguir trabajo, nos relata. Ella funge como chef y de
ayudante tiene a Rolando, un joven de 17 años, quien atiende a los clientes. "Es difícil al principio
atender a todos, pero con el tiempo uno agarra practica”, lleva cinco años en
el negocio.
¿Cómo iniciaron?
Esta
tradición comenzó con Francisco Ramos, quien instaló una carretilla de “hot dogs ejecutivos” a la que bautizó con su apodo, “El
Chino”, a la entrada de la iglesia Yurrita, porque la mayoría de sus clientes
eran hombres de traje y corbata que trabajaban en el
sector.
Éstos
llegaban atraídos por el precio accesible, la rapidez y los sabrosos pirujos
(panes) con aguacate y salchicha, tan diferentes de los tradicionales
emparedados. El toque chapín del guacamol se convirtió en el secreto de su
éxito. Desde entonces, la esquina de la 10ª. Av. y ruta 7 del Cantón
Exposición, zona 4, así como las aledañas, ya no fueron las mismas.
Don
Francisco, al darse cuenta de que el negocio prosperaba, lo fue extendiendo
hacia otros lugares del sector, hasta llegar a la esquina del Liceo Guatemala,
donde a la hora de salida de clases, al mediodía, los alumnos se amontonaban
para pedir un “shuco”.
Según le contaron a Elvis Gómez, el curioso nombre de estos panes proviene del ingenio popular chapín. Al notar la manipulación poco higiénica de los ingredientes en aquellos primeros tiempos, los guatemaltecos comenzaron a llamarlos “shucos”, vocablo que según el Diccionario de Guatemaltequismos de Sergio Morales Pellecer significa sucio. Su descripción es: En descomposición. Mientras que en la capital esta palabra designa a un pan con salchicha y guacamol. (2002: 105).
Según le contaron a Elvis Gómez, el curioso nombre de estos panes proviene del ingenio popular chapín. Al notar la manipulación poco higiénica de los ingredientes en aquellos primeros tiempos, los guatemaltecos comenzaron a llamarlos “shucos”, vocablo que según el Diccionario de Guatemaltequismos de Sergio Morales Pellecer significa sucio. Su descripción es: En descomposición. Mientras que en la capital esta palabra designa a un pan con salchicha y guacamol. (2002: 105).
Fuente: http://cultura.muniguate.com/index.php/component/content/article/3-newsflash/15-orgullocanton
Y es que ya
sea que uno pase por la zona 4, 1, 2… o más bien, por donde sea que uno pase,
no es extraño encontrarse con una carreta de shucos en las esquinas, estas
forman parte de nuestras calles y se han convertido en parte de nuestro paisaje
urbano.
Algunos datos ...
La
mayoría de negocios cuentan con patrocinadores ¨Coca-Cola¨ o ¨Pepsi¨.
La
mayoría de los entrevistados no saben de dónde proviene la palabra ¨Shuco¨.
Los
nombres de los diferentes shucos, varían según la originalidad de cada negocio.
La
mayoría de los entrevistados conoce las leyes de sanidad impuestas por el
ministerio de salud.
El
más vendido de los productos es la
longaniza y el chorizo, la salchicha
no es muy vendida en algunos de
los puestos.
Costo
de una carreta de shucos es de Q1,500.00 aproximadamente.
Algunas
de las carretillas de shucos participan en eventos como conciertos, quince años
entre otras celebraciones y para ello deben pagar un mes antes Q.100.00 al
organizador del evento.
Para
que las carretillas de shucos puedan estar en las calles, deben cancelar un impuesto
al Ministerio de Salud, correspondiente a la cantidad de Q75.00 al mes para el derecho
de colocar la carretilla en el lugar sin ningún problema.
Investigación: Mandy Martínez / Steffy Rizo / Mauricio Soto / Bryan Velásquez
Fotografía: Mauricio Soto / Steffy Rizo
Redacción: Steffy Rizo / Jessica Moran